lunes, 25 de septiembre de 2017

Soy... quiero ser.

¿Qué queremos ser de mayores? ¿Qué queremos en la vida?

No lo sé, esa es mi contestación a amabas preguntas. No sé a lo que me quiero dedicar el resto de mi vida, si os soy sincero no veo absolutamente nada en este mundo a lo que dedicarme por el resto de mis días.

No me considero alguien especial, más de una vez lo he dicho y lo seguiré diciendo, soy alguien del montón, por muy raro que me puedan llamar lo cierto es que, por poco que me guste la idea, no dejo de ser uno de los millones de seres humanos nacidos en este mundo con todos los defectos que ello implica, y unos cuantos más que llevo de fabrica.

No dejo de ser una persona sin importancia, sin huella en el planeta, soy alguien del montón, esa es la realidad.

Creemos que estas preguntas con el tiempo sabremos responderlas pero lo cierto es que, ahora que el ser mayor se puede considerar que ha llegado, sigo con exactamente las mismas dudas.

Tengo claro que soy del montón pero del serlo al quererlo hay un cambio que hace que me machaque en mis dudas.

No quiero ser una hormiga más, no quiero tener una profesión como cualquier otra, para bien o para mal si tengo algo claro es que quiero, ante todo, ser envidiado. Quiero disfrutar de la vida, que esta no pase como agua del rio, quiero ser distinto, hacerme notar, quiero hacer aquello para lo que el ser humano no está diseñado.

Quiero echarle cojones a la vida, al margen de lo que piensen, al margen de las posibles consecuencias, quiero que me llamen raro y yo sentirme orgulloso de ello, quiero ayudar de profesión, quiero ser distinto.

No sé que quiero ser de mayor, ya es un poco tarde para planteármelo tan siquiera, pero tengo claro que no quiero ser una oveja más, quiero ser el color rojo en una película de blanco y negro, un grito en el cine mudo, la voz de la razón en la religión, la humanidad y sinceridad en la política.

Quiero ser la lógica en la tradición, si se tiene que perder que se pierda, no tiene ningún valor, ser el respeto ganado y no adjudicado, quiero ser la libertad misma, esa libertad que no existe y que está llena de prejuicios, leyes, fronteras y gilipollas.

No soy bueno en nada pero tampoco me conformo con poco, puede que eso me lleve por caminos dificultosos llenos de caídas, puede que hasta lo pierda todo debido a mi cabezonería. Pero esta es mi forma de ser, no estoy contento con nada y siempre pido más, ser distinto.

No soy más que un amante de la música, apasionado de los malabares, escritor a mis tiempos libres.

No soy más que una hormiga que quiere ser elefante.

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