Oriol
y Dakota, dos personajes que me han acompañado desde hace ya un tiempo, unos
nombres de los que me apropié sin pedir permiso y a los que les he cogido
cariño como si de dos personas reales se trataran.
Oriol,
un entrañable idiota, un sensiblero que antepone el amor a sí mismo, que sufre
y aprende, un romántico sin cura…
Dakota,
una rompecorazones, un recuerdo, una idea, independiente, soñadora…
Dos
personajes de una etapa pasada, de unos pensamientos que han cambiado con el
tiempo, símbolo de algo en lo que no creo, protagonistas de un cuento de hadas,
de una personalidad que no existe.
Es
hora de dejarlos marchar.
Gracias
chicos, me ayudasteis mucho en su momento, ahora solo me queda deciros, hasta
nunca.
Vamos cumpliendo etapas... vamos madurando sin dejar de ser nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.
sin duda, es símbolo de evolución,de desapego! Un abrazo!
ResponderEliminar