lunes, 19 de diciembre de 2016

Me gusta hablar

Me gusta hablar del desamor. Del desastre, del dolor, del corazón roto o derretido. No soy negativo, no estoy en contra del amor, estoy muy a favor y creo plenamente en su existencia, pero no le veo utilidad a hablar de ello, la ruptura en cambio…

Es ese momento justo cuando mas necesitamos de la música, de la poesía, del cine, la pintura, el baile, es en ese momento mismo cuando el arte se vuelve valioso, ahí existe el verdadero desahogo sin límites.

No quiero hablar sobre cuánto la quiero sino sobre cuánto la echo de menos, no sobre lo buena que es sino sobre lo jodidamente mal de la cabeza que estaba y lo mucho que ello me gustaba pese a llevarme directo al fondo del abismo.

No quiero hablar sobre el erotismo, sino sobre la soledad de uno y el recuerdo de este, quiero hablar sobre el aprendizaje del dolor, el agradecimiento hacia los peores momentos, esos en los que uno deja de ser uno mismo.

El amor no es útil, es objetivo, no es vida, es finalidad,  las piedras con las que te tropiezas son las que te hacen ver los baches que vendrán y elegir en las intersecciones, esas sí que son camino.

La tristeza tiene una belleza especial como la vida misma, el arte no es solo arte, enorgullécete de tus fracasos porque han hecho de ti lo que eres ahora, agradece a todas las personas que han pasado por tu vida el haber estado en ella y el haberse ido como se fueron.

No perdones, no tienes por qué perdonar pero si agradecer, nada termina, nada se para, todo continua, todo avanza, tu evolucionas.

1 comentario:

  1. Un manifiesto muy cierto en algunos puntos, amigo Rendan.
    Feliz Navidad para ti y los tuyos.

    Toda la magia en este abrazo, compañero.

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