lunes, 10 de octubre de 2016

Hoy toca reflexión.

La vida es extraña, por más planes que hagamos ella siempre va a su bola haciendo lo que ella quiere. En parte eso hace de ella un ser único de incalculable valor, un ser indomable, salvaje, dueño de sí mismo.

Consideramos que la vida es nuestra, pero ella es algo por sí sola, se ofrece al golpe de suerte, a una serie de casualidades que llevan a crearla.

Si ella es independiente entonces, ¿Por qué no paramos de preocuparnos siempre por un futuro que ni existe ni tiene grandes posibilidades de existir?

El sentimiento de no avanzar es realmente nuestro enemigo, el simple hecho de dejar pasar los días sin que estos tengan una repercusión sobre uno mismo, literalmente dejar pasar el tiempo y ver como huye sin que nosotros podamos alcanzarlo, como arena que se escurre entre los dedos.

Limitarnos a quejarnos y ahogarnos en hechos pasados y malestares futuros no es una opción para vivir. Hacer que cada día merezca la pena por algo es lo único que podemos hacer en el presente.

Sentir que cada día has avanzado aunque sea un poco con respecto al anterior.

Solo se vive una vez, tan cierto como repetitivo, tan incierto como que no sabemos lo que nos ocurrirá mañana.

Haz lo que quieras con tu vida que ella hará lo mismo contigo.

1 comentario:

  1. Tras leerte queda esa pregunta en el aire... vida y yo, no somos uno??

    Un abrazo, compañero.

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