Un
cambio de aires, al calor, la humedad, el sol, el acento.
A
las calles peatonales de suelos brillantes repletas de terrazas y vida diaria.
Un
cambio de aires a nuevos quehaceres, nuevas personas que forman parte de tu vida.
Nuevos
horarios, nueva música, comida típica y misma bebida sin necesidad de ser
cambiada.
Nueva
costa, nuevos paisajes, tradiciones, fiestas.
Una
buena vida pasada y mejor vida presente, nuevas sensaciones.
Recuerdos
de las personas que quedaron atrás, que están ahí y por suerte volveré a ver,
siempre presentes.
La
necesidad de empezar de cero, el orgullo de haberse atrevido, la suma de experiencias
que te hacen crecer, aprender y sonreír al recordar.
Nuevas
preocupaciones que se solucionan poco a poco, paso a paso.
Nueva
ciudad, monumentos, museos, bares, iglesias, edificios, plazas, paseos, parques
y espacios.
Un
año de cambios, de mudanza.
Un
año que promete, y quedara siempre ahí.
Una nueva oportunidad que no hay que dejar pasar. Un placer leerte, Rendan.
ResponderEliminarUn abrazo y vamos a por ese año.