“NUNCA SABEMOS QUÉ
NOS DEPARARÁ EL TIEMPO,
AUN ASÍ SIEMPRE
TENEMOS ESPERANZAS DE SOÑAR CON
UN FUTURO DEL QUE SENTIRNOS ORGULLOSOS.”
Y
pasados dos años y pico ese futuro llegó y solo puedo hablar de un pasado recordado
con alegría y entristecerme por el ahora presente que apareció inevitablemente
destruyendo cuanto se había construido.
Los lugares,
las fechas, hasta ciertas palabras me llevan a aquellos buenos momentos que al
cabo de un tiempo dejaron de tener importancia. Recuerdo y me siento feliz, ya
no hay sentimiento de dolor, la aceptación cubrió un tupido velo sobre él
dejando solo el orgullo de haber vivido lo vivido y la tristeza de haberlo
dejado marchar de aquella forma.
Ahora
me doy cuenta de que tuvo un final desde el primer momento, pero no el que se merecía
aquella historia.
Buenos recuerdos,
muy buenos recuerdos que en ocasiones se echan de menos, pequeños gestos que
sin querer me hacen sonreír en la actualidad.
Asumo
la responsabilidad de mis actos y con ello quedo en paz conmigo mismo, de mis
errores aprendo, me encantaría solucionarlo, decir cuán responsable soy de
todo, decir cuánto siento un presente que no podía ser peor.
He rehecho
mi vida, soy feliz aun con la espina clavada de algo inacabado, o mejor dicho
mal acabado, soy feliz de haber vivido lo vivido, no me avergüenzo de mi pasado
sino que lo recuerdo con cariño, algo que agradecer.
Mis sentimientos
quedaron atrás pero no puedo negar que lo que perdí en ese momento fue algo muy
importante y como tal, debí dejarlo volar en libertad y aceptar que este “no Haiku”,
por mucho que me entristezca, es el
último que escribo.
Oh,qué bonito este relato,muy íntimo,muy desnudo..
ResponderEliminarEs una mezcla de tristeza, amor, nostalgia pero,con la presencia de estar en este presente.
Me ha gustado muchísimo!
Desnudando tu alma, amigo Rendan. Liberador momento.
ResponderEliminarUn abrazo y como ha dicho nuestra Luni, me ha gustado muchísimo.