lunes, 10 de agosto de 2015

No una poesía cualquiera

No soy poeta, aunque siempre me ha gustado la poesía, los versos simples y sinceros, nada de cosas elaboradas llenas de metáforas que no entiende ni el propio autor.

No soy poeta ya que, si lo fuera, hablaría de esos ojos tuyos tan enormes que ponen nervioso a todo aquel que miran, esos ojos con ese toque de locura que te caracteriza y tanto me fascina, esos ojos que tanto con gafas, como sin ellas, envician a cualquiera volviéndole adicto a sus miradas.

Si supiera rimar rimaría nerviosismo con alegría, cosas que para nada te faltan y si derrochas sin preocuparte por lo que opinen, seriedad con cachondeo, ambos en buena medida en ocasiones, que desconciertan a cualquiera.

Describiría tu forma de ser directa con tu graciosa marcha atrás a la hora de la verdad, esa curiosa frase tuya de “no sé cómo te sienta mi atrevimiento ya que apenas nos conocemos”

Convertiría en música tu forma de hablar y sonreír, el orgullo que tienes de ser como eres, esa seguridad que tanto envidio conque haces las cosas.

Si fuera poeta convertiría palabras en sentimientos, te haría dudar de la inexistencia del querer desde un principio, del jugártela a una carta por imposible que ello parezca, del apostar por un futuro teniendo solo el presente en las manos.

Pero no soy poeta, soy solo una persona rara de cojones que está orgullosa de serlo, alguien que escribe para desahogarse, que inventa más que miente y sueña con algo tan imposible como añorado y existente en otras personas.

Un Platón que asume su papel en el amor y lo rechaza no sin antes escribir sobre él.

Un principiante a escritor que hace el ridículo y aparenta ser quien no es en un mundo, en el que estar con alguien, parece ser lo más importante.

1 comentario: