domingo, 26 de mayo de 2013

El futuro que todos quieren



Nació en una familia de esas que se pueden considerar adineradas, de padre médico y madre abogado.
Nació dentro de un hogar de cariño rodeado de éxito por todos lados y como tal, no se podía esperar otra cosa de él.
De primeras fue a un colegio privado, de buena fama pero de mala realidad, de esos colegios de pago con bonita fachada y fatal interior. Pero ellos eran sus padres, no le escuchaban y solo querían lo mejor para él, un futuro lleno de trabajo y renuncia por todos lados, un futuro en el que, eso sí, no le iba a faltar de nada menos tiempo y libertad.
Tras el colegio fue bachiller y con él,  más expectativas de decisión de futuro.
Sus padres eran muy abiertos en lo que se refería a elegir una carrera, no le obligaban a decidirse por una en particular siempre y cuando, estudiara y se dedicara plenamente a ella. Del tema amistades, tiempo libre, hobbies o descanso no se hablaba más que en un segundo plano sin importancia y totalmente prescindible.
Lo único importante eran los estudios y mientras eso fuera bien, todo iría bien.
Y por fin, tras dos años no precisamente buenos pero académicamente decentes, bachiller terminó y él se pudo liberar de aquel infierno que habia sido el colegio privado y de esos cretinos que había tenido como compañeros.
De esa época no quedaría nada en su memoria.
Ante él aparecía la elección por la que había estado preparándose toda la vida y que le llevaría a un trabajo fijo, una mujer, hijos (si cabía al caso), un futuro aun lejano del que todavía no se sabía nada más que las expectativas por las que nos preparan a todos desde el nacimiento.
Solo había un problema, él no quería nada de eso, él desde hacia tiempo quería dedicarse al mundo del espectáculo y estaba dispuesto a dejarlo todo para  conseguirlo. ¿Todo? Bueno, todo no, su familia era lo único a lo que no podía renunciar, ese era el principal motivo por el que calló, no dijo ni media palabra y, como siempre había hecho, apechugó con lo que querían sus padres de él.
Tras mucha meditación eligió la carrera que más le atraía dentro de todas las posibilidades poco apetecibles.
“Calló, sonrió e hizo lo que se esperaba de él.  De sus sueños nadie supo nada.”

domingo, 19 de mayo de 2013

Frases prestadas de compañeros- frase 3

"Saborear la vida, paladearla para no tener el alma vacía y desterrar ese sentimiento que me envuelve recordando que una vez me olvidé de vivir."

Auroratris en http://auroratrisconsentimiento.blogspot.com.es/2012/07/me-olvide-de-vivir.html

domingo, 12 de mayo de 2013

Infoxicación





Infoxicación, estamos constantemente rodeados e intoxicados de información que no es necesaria.
Somos lo que somos, no lo que necesitamos. Aunque ahora nos parezca imposible, las necesidades se las busca uno y, una vez encontradas, es muy difícil desquitarse.
Hace años no había móviles y aun así podíamos vivir sin problemas. No hace tanto tiempo tampoco teníamos internet, ordenadores…
Al igual que las drogas, el tabaco o el alcohol, la tecnología nos ha ido conquistando pasando de ser una ayuda a una necesidad de la que, sin enterarnos,  dependemos no sabiendo vivir con su ausencia.
Antes con un móvil que llamaba y mandaba mensajes estábamos contentos, ahora si no tiene 50000 aplicaciones nos sentimos desnudos.
Somos dependientes de la tecnología, la riqueza y el consumismo y esto nos lleva a plantearnos una pregunta.
¿Realmente se puede decir que estemos evolucionando?

martes, 7 de mayo de 2013

Tirando que no es poco

Tengo un problema. ¿No habéis sentido nunca una pasión tal por algo que te interfiere en los demás quehaceres de tu vida?
No estoy hablando del amor que puede sentir alguien por una persona aunque, dentro de lo que cabe, este también puede afectarte a la hora de concentrarte para una labor. No, me refiero al gusto por hacer algo determinado, el disfrutar con esa actividad por la que llegas a pensar que has nacido,  aquello en lo que no paras de pensar día a día sin poder evitarlo.
Se te puede dar mejor o peor, eso no importa, el hecho es lo que sientes al hacerlo, el ver pasar las horas ante tus ojos sin apenas enterarte, el llamarlo hobby y no sentirte realizado con ello, el no estar cómodo haciendo otra cosa y, a cambio, sentirte en tu salsa en ese ambiente, el aprovechar el mínimo tiempo libre para practicarlo, el llegar a pensar “Ojala pudiera vivir de ello”.
Tengo un problema. ¿No habéis sentido nunca una pasión tal por algo que te interfiere en los demás quehaceres de tu vida? ¿No habéis pensado que realmente es al contrario y son los quehaceres los que interrumpen tu pasión? ¿No habéis abierto los ojos de repente y habéis visto la realidad?
Esa realidad que te dice que para sobrevivir tienes que tener un trabajo, dinero, casa, una familia y… nada de tiempo para disfrutarlo. Esa realidad de la que hasta yo estoy de acuerdo en la que para sobrevivir tienes que dejar a un lado tu pasión para hacer todo lo necesario para seguir tirando,  que no es poco.