jueves, 7 de junio de 2012

Una habilidad especial


Solo, estaba solo.
Desde pequeño había aprendido a leer las mentes de las personas y lo único que había conseguido con ello era darse cuenta de lo solo que estaba.
Tenía familia, pero ésta solo pensaba en él como en un hijo, un hermano, un primo… alguien cercano por genética al que querían y respetaban por eso mismo, por ser de la familia.
Tenía amigos, pero gracias a su habilidad especial, había descubierto que estos se podían contar con una sola mano.
La gente le veía como una persona tímida, algo o muy rara, algunos opinaban que tenía una gran personalidad, una gran mayoría ni siquiera aparentaba lo que realmente pensaban de él.
Estaba rodeado de mucha gente y aun así estaba solo.
No destacaba sobre nadie, solo estaba solo.
Veía como la gente que no tenía su poder era feliz, veía como estaban rodeados de falsos amigos y conocidos y aun así, se alegraban debido a su ignorancia.
Él nunca había deseado saber lo que pensaban los demás, pero aun así, eso era lo que le había tocado y por eso, se sentía solo.


Un día, en su triste vida ahogada por la rutina, conoció a una chica. No tenía nada en especial al resto de chicas que había conocido, era muy guapa eso sí, y también pudo averiguar que era muy lista, pero nada que nadie salvo él, a primera vista, pudiera ver distinto.
El primer encontronazo fue como cualquier otro que hubiera tenido antes, amigo presenta amiga y él, sin ya ninguna perspectiva de ser el elegido entre los muchos conocidos de ella, la saludó amablemente optando a pasar, como siempre, a la lista de solo amigos.
El primer encontronazo fue como cualquier otro, pero para su sorpresa, ese no fue el último.
Cada vez fueron quedando más a menudo, no porque él lo intentara, sino que esta vez, y por alguna extraña razón que no lograba comprender, era ella la que quería estar con él.
Nunca había estado el primero en la lista de nadie, sus familiares le consideraban como tal, sus amigos tenían otros mejores amigos, y sus conocidos, bueno, eran conocidos.
Siempre se había sentido solo, pero entonces, misteriosamente y sin poder explicarlo, la conoció, desapareciendo en el acto su molesto poder, y junto con él, su preocupación de no ser el preferido de nadie más que de ella.

1 comentario:

  1. Un final feliz. Por un momento al ir leyendo pensé que ella también tenía ese poder y claro... al leerle la mente a él...mmmmm...
    Saludos Rendan!!

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